Regresando al ajetreo de la vida cotidiana después de un largo y merecido descanso, continuamos con el tema de la semana pasada, “Los seguros”, comentábamos las múltiples definiciones que comprenden esta palabra, y todas coincidían en que: “un seguro es un contrato celebrado entre un asegurado y un asegurador, en el que interviene un cobro de una prima (mensual, bimestral, semestral, anual etc.), la prima se cobra por el asegurador, por cubrir un bien material, una defunción o un gasto médico, entre otras. Gracias a el pago de esta prima el asegurado cuenta con la protección del asegurador para cualquier tipo de siniestro que se suscite y se haya pactado en el contrato o póliza.”
Teniendo en cuenta que ya tenemos la definición de seguros, debemos saber cuantos tipos de seguros existen y en que consiste cada uno.
Partiendo de esto, existen tres tipos de seguros:
- Seguros de vida.
- Seguros contra accidentes y enfermedades.
- Seguros contra daños.
Seguros de vida.
Cubren los riesgos que pueden afectar a la persona del asegurado en su existencia, se pueden incluir otros riesgos que no necesariamente implican la muerte como: accidentes e invalidez.
Adicionalmente se pueden contratar otros seguros que se consideran como de supervivencia, pensiones o renta vitalicia, éstos normalmente son relacionados con riesgos que tienen que ver con la edad, jubilación y retiro.
Seguros contra accidentes y enfermedades.
Son los que tienen como base la lesión o incapacidad que afecte la integridad de nuestra persona. La salud, el vigor vital del asegurado a consecuencia de un evento externo, puede ser violento, súbito o fortuito, normalmente llamado accidente o siniestro, igualmente establecen el pago de gastos médicos como hospitalización, medicamentos o estudios médicos.
Así como cubrir la prestación de servicios dirigidos a prevenir o restaurar la salud a través de acciones en beneficio del asegurado como consultas médicas, chequeos periódicos etc.
Seguros contra daños.
Este tipo de seguro tiene múltiples variables, ya que hoy en día se puede asegurar prácticamente todo bien material, daño a terceros o riesgo profesional.
En el caso de algún bien material, se cubren cualquier daño que le suceda a éste y que este estipulado en el contrato de seguro. Algunos ejemplos de seguro de daños contra bien material podrían ser:
- Transportes (marítimo, terrestre, aéreo)
- Por desastres naturales (terremotos, inundaciones, tornados, incendios, etc.)
- Financieros
Entre otros…
En el ramo de los seguros por daños también se incluye daños a terceros y riesgos profesionales, en donde se establece el pago de la indemnización que el asegurado deba pagar a un tercero o recibir a consecuencias de un hecho que cause un daño previsto en el contrato de seguros y se basa en el código civil.
Actualmente en México, el porcentaje de personas que adquieren un seguro de cualquier tipo es de el 27%, suma bastante baja para todos los riesgos a los que estamos expuestos en nuestro día a día.
La finalidad de este artículo es la de informar sobre de toda la protección que esta disponible hoy en día, recuerden que siempre es importante el proteger todo lo que se ha construido a lo largo de nuestras vidas y un seguro puede ser el mejor aliado para cumplir ese objetivo.
ACMES – Seguros y Fianzas
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